Hace ya año y medio que
Ana Alcaide causó sensación entre los amantes de la música tradicional y el folk con su primer álbum, titulado
Viola de teclas (2006). No es muy habitual que alguien se traiga a España un antiguo instrumento sueco (allí conocido como
Nyckelharpa), dedique tres años a aprender a tocarlo de forma autodidacta y grabe un disco tan bello y elaborado como este fascinante debut, en el que la peculiar sonoridad de la viola de teclas se combinaba con instrumentos españoles en la interpretación de melodías tradicionales sefardíes,

cántabras, castellanas y flamencas, sin olvidar –nobleza obliga- alguna que otra
polska sueca.
En
Como la luna y el sol, su nuevo trabajo, Ana amplía su paleta sonora, su abanico de influencias y, sobre todo, nos sorprende con una voz delicada, clara y llena de magia que utiliza para interpretar textos judeoespañoles desperdigados por todo el Mediterráneo. Canciones como la que da título al disco, la hermosísima
La Galana y el Mar o la nana
Durme, Durme, por citar sólo tres, nos transportan instantáneamente a épocas pasadas, al tiempo que consiguen que la emoción fluya espontáneamente y sin trabas de ningún tipo.
Como ocurrió en el álbum anterior, Ana ha coproducido
Como la luna y el sol con
Carlos Beceiro, de
La Musgaña, y su mano se nota, tanto por su labor como multiinstrumentista (saz, oud, bajo, guitarra y mandola entre otros instrumentos) como por un sonido que sorprende agradablemente por su limpieza y su brillantez. Con
Jaime Muñoz a los instrumentos de viento y
José Manuel Castro a la batería y percusiones se completa el elenco de participantes en el disco. El cuidado diseño gráfico de
Ritxi y las fotografías de
Lucía Herrero dan forma al envoltorio perfecto para este trabajo excepcional.

Ana nació en Madrid, pero reside en la parte antigua de Toledo desde hace siete años y acostumbra a tocar en sus calles los fines de semana y, como se puede comprobar en
el libro de visitas de su página web, los turistas que se acercan a esta ciudad castellana suelen caer invariablemente rendidos ante el hechizo de sus melodías. Cerca de 15.000 copias de
Viola de Teclas han sido vendidas de este modo, una cifra que muchos grupos en candelero y con apoyo mediático y multinacional no alcanzan ni en sueños. Por otra parte, Ana ha llevado su música por auditorios y festivales de toda España y a países europeos como Alemania e Italia.
Actualmente, y ya terminada la carrera de biología, Ana Alcaide finaliza sus estudios superiores de música en la Malmö Academy of Music, de la Universidad de Lund (Suecia). Cursa un plan de estudios en el que ella misma diseña su propia carrera en función de sus intereses particulares. De esta forma Ana ha podido combinar su interés por la música tradicional con el aprendizaje de técnicas más modernas que le permiten crear su propio camino como intérprete y compositora.